Es pecado inclinarse
y honrar imágenes
(Ver Éxodo 20: 1,4 y 5)
Un gran manto de oscurantismo, prohijado por la Iglesia Católica en Santo Domingo desde el 12 de mayo del 1512, vive la mayor parte de la población de la República Dominicana, al celebrar hoy lo que llama como "día de La Altagracia".
La imagen de la "virgen de la Altagracia" fue traída al país por los hermanos Antonio, Alonso y Trejo, provenientes de la localidad de Extremadura, España, bajo las órdenes del entonces obispo de Santo Domingo, García Padilla, y desde esa fecha se comenzó a venerar su imagen y rendirle culto por alegadas apariciones de la misma.
Sin embargo, todo ha sido burda mentira que el catolicismo ha arrastrado consigo por siglos, a pesar de que tales creencias se colocan de espaldas a Dios, quien no llamó a celebrar ningún día en ese sentido, pero sí advirtió al mundo a no hacer imagen de nada divino, ni inclinarse a ellas, ni mucho menos honrarlas o venerarlas.
La Biblia, que es la Palabra de Dios inspirada, de lo que los líderes católicos mundiales conocen claramente, dice textualmente en el capítulo 20, versículos 1, 4 y 5 del Libro de Exodo que : "Y habló Dios todas estas palabras, diciendo... No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté ariba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás..."
Aunque las Sagradas Escrituras revelan el preciso mandato de Dios, el catolicismo sigue celebrando la fiesta de la "Virgen de la Altagracia", instaurada oficialmente el día 21 de enero, porque supuestamente tambien el ejército español derrotó al francés en la Batalla de la Sabana Real, con ayuda de dicha virgen en 1690.
Se conoce que fue mediante el Poder Eclesiástico de la Iglesia Católica en 1692, cuando por primera vez se designa la fecha como fiesta nacional y religiosa, solicitada por Monseñor Meriño a la sede en Roma, y ejecutado durante el gobierno de Horacio Vásquez, quien era fiel devoto de esta Virgen.
Geovision31.blogspot.com deja este legado histótico cristiano, para bien edificar a nuestros lectores de lo que Dios nos manda hacer y no hacer, a fin de no caer en pecado, por comisión u omisión, porque por falta de ignorancia podemos seguir el camino al Infierno.